domingo, 24 de mayo de 2015

La rebeldia en adolescentes


LA REBELDÍA

Se define como una sublevación, faltando a la obediencia debida. Indócil, desobediente puesto con tenacidad. También podemos definir a la rebeldía como la actitud de oposición violenta y tenaz a lo prescrito o sólo establecido. En la mayoría de los casos esta rebeldía se puede interpretar como un desacuerdo respecto a lo establecido por los padres, maestros, o cualquier autoridad. Esto incluye a lo establecido en relación a conductas, estructuras, ideas, valores, etc. Los adolescentes manifiestan ese desacuerdo, oposición, sublevación de distintas formas; verbalmente (murmurando, gritando, reclamando, etc.); en su comportamiento (lanzando o golpeando objetos) o violenta (agresiones físicas hacia las personas).

 La rebeldía adolescente

Los adolescentes manifiestan ese desacuerdo, oposición, sublevación de distintas formas, murmurando, gritando, reclamando, y en su comportamiento hostil traducido en violencia física directa (hacia otras personas, las peleas son muy comunes entre los jóvenes) o destruyendo objetos como símbolo de su bronca y desencanto.

Muchas veces los padres, los profesores, o personas de su entorno, ocupan el lugar de lo que los adolescentes toman como opuesto, en lugar de quienes defienden conductas, estructuras, ideas, valores, etc.

Sin embargo estas actitudes rebeldes de los adolescentes pueden llegar a ser valiosas y positivas. Lo único que debemos buscar es que la manera en que la manifiesten sea con un ambiente de cordialidad y mucho tono humano.

Es muy importante entonces, saber canalizar esta energía y aprovecharla para ayudar a que el joven se convenza de que su actitud no debe estar establecida por la broca hacia una idea, sino por una convicción propia.

Características del adolescente rebelde                  

Este tipo de actitudes, en general, son generadas por la oposición a algo. Puede ser a la autoridad ejercida por los padres, maestros, o familiares cercanos y se manifiesta casi siempre con violencia (verbal o física). Un rebelde es alguien que lleva la contra a algo o a alguien (puede ser tanto una regla, un sistema, como una persona), y en un adolescente se ve mayor actitud hacia la demostración de esos ideales. El acto de rebelarse contra algo, puede brindar al joven, la posibilidad de hacer crecer sus modelos y desarrollar un estilo de pensamiento propio. Todo lo que se debe hacer, es tratar de encausar la ira y transformarla en pasión por algo. De ese modo, la rebeldía podría convertirse en un motor para hacerse de una personalidad fuerte y llena de determinación. En ese momento, los adultos (padres especialmente), tienen la tarea de encauzar sus inquietudes hacia la persona adecuada, y sobre todo, de la manera adecuada.

 

Tipos de rebeldía

Existen cuatro tipos de rebeldías:

Ø  La  rebeldía regresiva que nace del miedo a actuar y se traduce en una conducta de encogimiento, de reclusión en sí mismo, en el que el adolescente adopta una postura de protesta muda y pasiva contra todo.

Ø  rebeldía es la agresiva que, a diferencia de la anterior se expresa de forma violenta. Es propia del débil, de quien no pudiendo soportar las dificultades que se presentan en la vida diaria intenta aliviar su problema haciendo sufrir a los demás.

Ø  Es la rebeldía transgresiva consiste en ir contra las normas de la sociedad, bien por egoísmo y utilidad propia, bien por el simple placer de no observarlas.

 Las tres formas descritas son rebeldías negativas que tienen su origen en la inseguridad e inmadurez del adolescente. A diferencia de ellas, la rebeldía progresiva es el signo del que sabe comprender la realidad, pero

SÍNTOMAS DE REBELDÍA
  • Comportamiento cruel o agresivo hacia personas y animales
  • Destrucción de la propiedad, incluyendo provocación de incendios
  • Mentiras, ausencia injustificada de la escuela o el trabajo, abandono del hogar
  • Vandalismo, robo
  • Consumo excesivo de alcohol o drogas ilícitas

RIESGOS ADOLESCENTES

Se los cataloga como inconformistas, rebeldes con o sin causa, pero más allá de la rebeldía existe un riesgo que los cerca: no cuidan adecuadamente su salud ni reciben de los adultos la ayudan que necesitan para prevenir o tratar problemas serios.

Son rebeldes y apasionados, pasan del amor al odio muy rápidamente, lo que aumenta la brecha de incomunicación con sus padres. La mayoría tiene entre 14 y 20 años y en la actualidad conforman el grupo social de mayor riesgo para la drogadicción y el SIDA. Aunque se les vea como un grupo indefenso, blanco de todos estos flagelos, ellos levantan su voz para confirmar que existe preocupación, conciencia y hasta temor de algunas enfermedades presentes en nuestra sociedad. La juventud es un sector importante de nuestra sociedad, que, en el caso de Chile, representa nada menos que el 28 por ciento de la población. Tradicionalmente, los adolescentes son conocidos por su rebeldía, impulsividad, impertinencia y hedonismo, independiente de todo lo que conlleva el riesgo que como grupo social representa. La lamentable tendencia mundial a iniciar cada vez más tempranamente el consumo de drogas, es un tema que cada día se corrobora más. Esta coincidencia entre los adolescentes de los países desarrollados se confirmó en Chile a través de un estudio del CONACE y del profesor y sociólogo de la Universidad Católica de Valparaíso, Felipe Vallejos, realizado entre los niños de tan sólo 9 a 13 años de la Quinta Región. El 15 por ciento de los adolescentes encuestados reconoció haber consumido algún tipo de droga; un 8 por ciento reconoció haberse emborrachado en varias oportunidades; y por último, un 10 por ciento admitió haber probado los tranquilizantes alguna vez en su vida.

Como manejar la rebeldía de los adolescentes  

Antes que nada, debemos enfocarnos en lo qué es la adolescencia. Esta etapa en la vida de todo ser humano está llena de momentos críticos como: cambios físicos, sociales, emocionales, de ideas, etc. Las emociones están a flor de piel y casualmente coincide con la etapa de los 40-50"s donde los padres están muy susceptible a causa de cambios hormonales, se tienen muchos proyectos de vida sin definir (hacia a donde vamos, a dónde nos queremos dirigir), etc. En total son muchos cuestionamientos y es una época muy difícil.

La mayoría de los adolescentes atraviesan por una etapa de rebeldía en la cual comienzan a tener un comportamiento desafiante y una actitud cínica. Hoy en día muchos padres no saben cómo enfrentar un hijo con este tipo de comportamiento, el adolescente reclama la atención de sus padres y al mismo tiempo les acusa de controlarlos demasiado. Este comportamiento se traduce en muchas ocasiones en irritabilidad y en conductas agresivas.

La rebelión generalizada es inevitable y es parte del proceso de hacerse mayor, aunque es pasajera. Pero, comprender a su hijo no significa aguantarle todo, ante un trato cínico y desconsiderado, el padre debe molestarse y definir límites. Es cierto que su hijo está en su derecho de reivindicar más libertad, pero no se le puede permitir que haga lo que quiera. Debemos negociar con él de igual a igual y exigirle responsabilidad. El adolescente huye de todo lo que los padres consideren correcto. Es necesario tener en cuenta que las prohibiciones demasiado tajantes sólo otorgan el atractivo de lo prohibido.

Lo mejor es conocer a nuestros hijos (su carácter, su manera de pensar, su temperamento, etc.) y mantenerse al margen. Evitar todo tipo de pelea, ya que es una de las formas que buscan los adolescentes para separarse de los padres. No tomar los disgustos y depresiones de manera personal, olvidarse del orden... durante esta etapa es más importante preocuparse y estar al pendiente de los problemas relacionados con las drogas, el alcohol, el sexo, la soledad, la familia. En vez de estar al pendiente de cosas tan simples como el desorden de su cuarto, escuchen a sus hijos e ignoren esas cuestiones tan triviales. No bloqueen la comunicación, cuando los adolescentes se abren lo mejor es platicar con ellos, escucharlos, conocerlos.

A fin de cuentas, es necesario que los adolescentes pasen por esta etapa de rebeldía, ya que así podrán encontrar su "yo", les ayudará a madurar y a formar un juicio propio de lo que está bien y lo que está mal. Lo más importante para criar a nuestros hijos es crear raíces y alas.

COMO MANEJARSE ANTE LA REBELDÍA DE LOS ADOLESCENTES

En la mayoría de los casos esta rebeldía se puede interpretar como un desacuerdo respecto a lo establecido por los padres, maestros, o cualquier autoridad. Esto incluye a lo establecido en relación a conductas, estructuras, ideas, valores, etc.
Los adolescentes manifiestan ese desacuerdo, oposición, sublevación de distintas formas; verbalmente (murmurando, gritando, reclamando, etc. Sin embargo estas actitudes rebeldes de los adolescentes pueden llegar a ser valiosas y positivas. Lo único que debemos buscar es que la manera en que la manifiesten sea con un ambiente de cordialidad y mucho tono humano.

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